miércoles, 29 de junio de 2011

EL DIA.es


DE MI ARCHIVO EPISTOLAR ALFONSO MORALES Y MORALES

Tony Falcón, un tinerfeño residente en el País Vasco



COMO HEMOS RECORDADO EN ocasiones, desde hace unos años nos carteamos con Tony Falcón, un canario residente en Astrabudua-Erandio (Vizcaya), ¡todo un campeón de boxeo! ganador de 70 combates como amateur, con sólo cinco derrotas e imbatido en el campo profesional hacia los años noventa del pasado siglo XX; hoy retirado de ese mundo boxístico y dedicado de lleno a su familia y negocios en el País Vasco, al que se ha aclimatado y donde todo el mundo le quiere y venera.
Entre sus múltiples recuerdos, nos evoca uno que nos ha llegado al alma, por estar relacionado con mi amigo y pariente -primo de mi santa madre Matilde, q.H.g.- recordado y querido Imeldo Morales, por esas fechas, alcalde de Arico -antiguo Lomo-, padrino de la madre de Tony, y del que nos dice es una pena que no los valoremos hasta que lamentablemente se nos han marchado definitivamente; refiriéndonos el amigo Falcón cómo durante sus vacaciones le llevaba a la finca que tenía en las Canales Altas, cuando apenas contaba diez u once años. Lo cual no le impide que recuerde con gran cariño todo aquello que le mostraba el padrino de su madre, "despampanando" las parras cogiendo los higos picos y echándolos sobre las toscas, para pasarlos, y hasta me enseñaba la manera de hacer un "falsete" con una penca partida por la mitad y poniéndole cañas partidas y separadas, para cazar a nuestros bellos pájaros cantores: canarios o capirotes, a los que tampoco fuimos nosotros ajenos en la campiña tacorontera durante los veranos de la infancia y primera juventud.
Para tal periplo, nos sigue refiriendo Tony, la buena de Mercedes, esposa de Imeldo, por la que sentíamos nosotros gran cariño; muy de mañana, hacía una tortilla de papas a su esposo, para que al mediodía tomaran un tentempié que ambos saboreaban, toda vez que Mercedes y Benita -esposa de Alfonso Morales- eran unas expertas en confeccionarlas y... lo sabrosas que las dejaban. "Ambas nos querían como a un hijo", nos siguen diciendo Tony con todo entusiasmo y con la miel en los labios, sólo de evocarlo.
Y recordándolas nos llega a la memoria la madre de Daniel -el del camión- que hacía unos flanes maravillosos para los clientes de su negocio -la fonda de la carretera general- obsequiándonos por las tardes, a la salida de las clases de don Francisco con los flanes que le habían sobrado de sus clientes, muy distintos al recordado "Plan Marshall" de la leche en polvo y el queso amarillo de barra que nos enviaban los americanos.
Años más tarde y con ocasión de los éxitos de Tony Falcón en Málaga, en 1962, al proclamarse subcampeón de España de los "ligeros", que le valió el nombrarle "revelación del torneo"; al que siguieron, en 1963, el campeonato de España de los medioligeros en nuestra centenaria plaza de toros, hoy, ante el vasco Ángel Neches, lo que le valiera que el bueno de Imeldo -a la sazón alcalde de Arico- le comunicara la intención de darle su nombre a la calle en la que había nacido y vivido, al haber sido el primer campeón nacional salido del Lomo. Era la calle que parte de la puerta de la iglesia de San Juan y llega hasta la calle de Las Topas, donde vivían sus abuelos Pedro Falcón Santana y Mª Rodríguez Alonso, queridos por todos los ariqueros. Con el tiempo, tan buenas intenciones fracasaron; a lo que estimamos contribuyera el nombramiento de Tony para formar parte de la selección española durante tres años, épocas de José Antonio Elola Olaso y Miguel Almanzor Larrañaga, seleccionador nacional de boxeo, que en definitiva fueron los que le afincaron en la preciosa ciudad. Y concluye el amigo con un recuerdo emocionado para el común amigo Eladio, alcalde actual, todo bondad y entrega a su pueblo, Manolo Marrero, entre otras cosas responsable de las bodegas Cumbres de Abona, los Fumero y los Quillitas, los Borges y un largo etc. ¡Hasta pronto, campeón!

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 .Portada > Gente ALFONSO MORALES Y MORALES Tony Falcón, un gran púgil, todo bondad y lealtad

TUVIMOS LA DICHA de conocer a Tony Falcón la noche de la presentación del libro de mi buen amigo el Dr. Humberto Crisóstomo en la Villa de Arico, al finalizar el acto y ser presentados por su alcalde y dilecto amigo Eladio Morales Borges y un grupito de amigos de Tony, que querían saludarle y evocar "travesuras" de antaño, por el antiguo "lomo" de Arico, hoy señera Villa que viene desplegando una gran actividad cultural desde su cine Graline, cuya buena acústica hace que los conciertos y representaciones ganen mucho.
Este primer encuentro ha tenido continuidad en escritura, tarjetas, recortes de prensa, fotografías y hasta una muy completa entrevista que el querido amigo Antonio Salgado Pérez le hiciera a Tony en uno de sus viajes por estas tierras, recogida en "Jornada Deportiva" el martes 29 de agosto de 1989, con profusión de fotografías, donde hace balance de su carrera boxística. Para nosotros, algo inenarrable, toda vez que nunca hemos sido muy aficionados al boxeo; aunque, eso sí, asistimos a algunos de los de Juan Albornoz ("Sombrita") por el que sentíamos gran admiración, vivimos la irrupción en el mundillo del boxeo del "Ciclón del Atlántico", Domingo Barrera Corpas, Miguel Velázquez y algún que otro fenómeno.
Tras la lectura de tanto documento, tenemos una idea clara de quién fue Tony Falcón en el ring, uno de los púgiles más destacados de los años sesenta. Sus éxitos de amateur y, también, sus descuidos en la preparación para los Campeonatos de España de Boxeo Amateur de 1973, que tan caro le costaron, pero que constituyeron una llamada de atención seria, que le llevarían a disputar y ganar varios combates entre ellos uno a Miguel Velázquez, por puntos.
Y su gran "magüa", la inoportuna lesión que le impidió acudir a la Olimpiada de Tokio. Ha recibido los mejores elogios de sus amigos y contrincantes del ring: Carrasco, Velázquez, Kid Tunero... "Por su retirada en plena juventud se perdió un campeón".
A través de sus amables cartas hemos aprendido mucho y bien de su caminar por el solar patrio, desde aquel lejano día, con 17 años a sus espaldas, "acudiendo a los imborrables para mí, Campeonatos de España en Málaga, llevando de compañeros de viaje al mejor luchador de las islas, por entonces, Andrés Lutzardo, Pollo de Máguez, en el peso pesado, y en el que fui nombrado mejor boxeador del torneo", quedando subcampeón de España de los ligeros, pero, sobre todo, por lo que ello supuso de conocer a personas de respeto. Y le pongo un ejemplo, aquel delegado de Educación Física y Deportes, José Antonio Elola Olaso, que en 1963, me llevó a su querida ciudad de la Bella Easo, de la que me enamoré. Y algo que nos marcaría: conocer y tratar al que fuera médico particular del Generalísimo, Vicente Gil, presidente a la sazón de la Federación Española de Boxeo. Personas a las que nunca olvidaré y estaré eternamente agradecido mientras viva, a pesar de que ellos hace algunos que gozan del descanso eterno.
Cuántas horas nos pasamos don Vicente y yo paseando y charlando por todo Madrid, e incluso en las concentraciones de la selección española, en Colmenar Viejo o en el Palacio del Pardo.
Lo que hacíamos casi todos los días, al considerarme como uno más de su familia, algo muy gratificante para mí. Todo cuanto soy, en gran manera, se lo debo a estas personas entrañables que marcaron mi vida: además de los ya nombrados, el profesor de ginecología Dr. Herrero Marcos, de la Universidad salmantina. Hoy ejerce como rehabilitador en el Centro Médico Matías Calvo, llevando la hidroterapia. Está felizmente casado con una importante diseñadora de moda en San Sebastián, en compañía de sus hijas, que son su debilidad y de las que está orgullosísimo... ¡como debe ser! ¡Felicidades, amigo!